El valor de la puntualidad. Respetar a los demás
La puntualidad es una manera de respetar a los demás y un deber de toda persona bien educada
Ser puntual, ser educado, valorar el tiempo ajeno
La impuntualidad: un gesto de mala educación
Dicen que la puntualidad es: cortesía de reyes, deber de caballeros, hábito de gente de valor y costumbre de las personas bien educadas. La puntualidad es una virtud que cada vez menos personas ponen en práctica. Se puede afirmar que la puntualidad se ha devaluado. Incluso, se mitifica y se crean leyendas urbanas sobre lo 'chic' o elegante que puede resultar llegar tarde a un lugar. ¡Qué pena! Hacer de la impuntualidad una virtud. ¡Qué gran error!
Llegar tarde al trabajo, a una cita o a un espectáculo es una falta muy grave, aunque no queramos darle tanta importancia. La impuntualidad es un signo de mala educación, desconsideración y de una mala organización. La impuntualidad no valora el tiempo de los demás.
Si eres puntual, respetas a los demás
La puntualidad es una manera de respetar a los demás. Si hay algo valioso en el mundo es el tiempo, y ser rigurosamente puntuales ayuda al desarrollo correcto de los acontecimientos diarios. Como dice un popular y sabio consejo: "Rico no es el que tiene dinero, sino el que tiene tiempo". El impuntual está "robando" el tiempo de los demás.
El tiempo no se recupera, el dinero si puede recuperarse. Hacer a alguien esperar, es tirar por la borda su tiempo. Da lo mismo que sea en una reunión de negocios que sea a la puerta de una iglesia. La impuntualidad es un gesto de mala educación. Además, la impuntualidad de unos afecta a los demás. ¿Se imagina en la consulta de un médico, notario, etc. que una persona llega tarde y retrasa el resto de las citas del día?
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La puntualidad, no solo se da en la llegada, sino en la partida. Cuando tenemos un viaje proyectado, es de personas bien educadas partir según los planes establecidos previamente. Una impuntualidad en la hora de salida, puede acarrear problemas importantes, como no llegar a tiempo a tomar un vuelo, no llegar a una reunión o la posibilidad de perder la firma de un importante contrato o documento porque las personas que nos iban a acompañar se han ido a su hora.
La puntualidad debe ser rigurosa en todos los actos de nuestra vida diaria. Hay que ser puntuales siempre pero sobre todo cuando la ocasión requiere ser muy estrictos con el horario.
Situaciones en las que debemos ser muy puntuales
1. Para llegar a nuestro trabajo.
2. Cuando acudamos a cualquier acto o evento.
3. Para asistir a reuniones y a otros encuentros.
4. En las citas personales.
5. Para asistir a cualquier otro evento o compromiso de la índole que sea, social, laboral, profesional, familiar...
Si vemos que no podemos llegar a tiempo, es correcto avisar, por el medio que sea más rápido, para evitar que otras personas se vean perjudicadas. No olvidemos que la impuntualidad es una falta de educación y de respeto.
Por qué llegamos tarde
Testimonios sobre la puntualidad
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